lunes, 13 de marzo de 2017

OTRA HISTORIA DE MARTA


 Buenas, os  dejo la segunda  historia  que he escrito, espero que os guste.

 LOS DIMINUTOS EN LA GRANJA
 
Había  una chica  llamada Susana, que tenía 13 años. Era alta, rubia, con el pelo largo, tenía unos ojos azules grisáceos, era un poco gordita, pero muy guapa.  Sus padres y ella, se fueron de  casa para vivir en una granja de Salamanca. Sus padres y ella iban a tener ganado y varias hectáreas de campo, para cultivar verduras, hortalizas, árboles frutales y demás.

En la granja, los tres  tenían que organizarse, porque iban a empezar desde cero. Su padre, sabía bastante, porque había nacido y crecido en un pueblo. Arreglaron un poco mejor la casa, las habitaciones, el baño…el establo, el almacén y varios campos para cultivar.

 Un mes después, compraron 15 vacas y 10 ovejas, para obtener la leche y la lana. Susana, poco a poco iba aprendiendo a ordeñar las vacas y las ovejas, aunque le costaba un poco. También compraron un perro grande, para cuidar a los animales cuando estuvieran sueltos.

 Unos días después, su padre compró bastantes semillas para cultivar, verdura, hortalizas, etc. Entre los tres, trabajaron duro para poner las semillas, removerlo, etc. Luego, regaron los campos y descansaron. Susana estaba  agotada y se sentó en la entrada de la finca. Al momento se quedó dormida y al despertar, se dio cuenta de que había perdido su anillo.

  Miró por todas partes y no lo encontró, de repente vio algo en la cocina, en un rincón, lo cogió y vio algo increíble. Era un chico diminuto,  con el pelo moreno, ojos marrones y era guapísimo. Estaba temblando de pánico, porque siempre se  escondían para que no les descubrieran. Ella le tranquilizó.
 
- No tengas miedo, yo me llamo Susana y, no te voy ha hacer daño.
 
- Me llamo Marcos y todos os tenemos miedo a vosotros, porque como no nos veis, nos pisáis y no queremos que nos veáis.
 
- Yo no voy a decir nada, porque si lo digo, ellos dirán que estoy loca y que es mentira.
 
- Pues te lo agradezco mucho. 

- No importa. Aahh, ¿no habrás encontrado un anillo por aquí, no?
 
- No, pero lo puedo buscar, como soy pequeño, es más fácil.

- Pues gracias.
 
- De nada

- Sabes, como no conozco a nadie, porque llevamos poco  tiempo aquí, me gustaría ser tu amiga.
 
- A mi también me gustaría, porque con mi familia y mis amigos es un poco aburrido.
 
- ¿Quieres que nos veamos mañana a la misma hora, en la cocina para charlar y divertirnos un poco?
 
- Muy bien, pues hasta mañana.
 
- Hasta mañana.
 
Al día siguiente, a la misma hora se encontraron en la cocina y empezaron ha hablar.

- Hola Marcos

-       Hola Susana
 
-       ¿Qué tal?

-       Bien, ¿y tú?

-       Bien, un poco cansada por la jornada, pero bien.

-       Sabes, he encontrado una cosa para ti, tu anillo.
 
-       ¡Lo has encontrado! Donde estaba.
 
-       En  el suelo, detrás de la puerta. 

-       Pues muchas gracias, te lo agradezco. Yo  he traído para ti, unas galletas con chocolate, no se si te gusta.

-       Si me gustan y mucho, gracias.
 
-       ¿Te gustaría dar un paseo por los caminos, mañana?, como hace muy bueno y es precioso.
 
-       Genial, porque los enanos no salimos de casa y es estupendo.
 
-       Pues bien, hasta mañana y quedamos mejor a las cinco en vez de a las seis.
 
-       No hay problema.
 
       Al día siguiente, a la tarde, salieron por los  caminos de los campos y exploraron. Se lo pasaron muy bien. Desde entonces, se veían muchos días.      

     Susana empezó las clases en el colegio. Después del colegio se veían y estaban un   rato  juntos. Pasaron varios años así, viéndose después de que saliera del colegio. Luego, tuvo que ir al instituto, en la ciudad y ya se veían menos, porque tenía que estudiar bastante. Cuando terminó el instituto, Susana no quería ir a la universidad, porque le gustaba trabajar  en la granja. Y eso hizo, trabajaba en los cultivos,  pastoreando a las ovejas y a las vacas, ordeñándolas y aprendió a esquilar las ovejas. Cuando anochecía, después de cenar, estaban juntos un rato Marcos y ella. Y así pasaron varios años. Un día Marcos le dijo muy ilusionado, que se iba a casar y quería presentarle a su novia. Dos días después, se la presentó a la noche. Era un poco tímida, guapa, rubia con el pelo bastante largo, los ojos azules, como el cielo. Se llamaba Rocío, después de hablar los tres un rato, le pareció muy simpática y agradable. Cuando se casaron, les preparó una sorpresa Susana. Por la noche, les llevo al campo, un poco alejado para que no le vieran y puso una manta. Luego les dejo a ellos sobre la manta a solas. Susana, se alejó y se tumbó, para ver también las estrellas. Estaba despejado el cielo, porque era verano y se estaba bien. Al día siguiente, Susana fue donde ellos y estuvieron un rato charlando, Rocío dijo, que había sido genial, porque se veían muchas estrellas y  la luna llena.
 
Y como los anteriores días, se volvieron a ver por  la  noche, acompañados  de Rocío.

Pasaron dos años más y Susana conoció a un muchacho que trabajaba en los campos de la granja vecina. El muchacho llamado Pablo, era alto, pelo negro, piel tostada por el sol, tenía dos hoyuelos en las mejillas y eran graciosos.

      Algunas veces Susana y Pablo salían  por la tarde a dar una vuelta y a despejarse, ella llevaba a escondidas, a Marcos y a Rocío para que disfrutaran también. Más tardé, algunas noches en vez de estar con Marcos y Rocío, salía con Pablo. Tenía una sensación rara y le preguntó a Rocío, si cuando le empezó a  gustar a Marcos, tenía una sensación extraña. Ella le dijo que si. Un mes después, Susana le dijo a Pablo, que le gustaba estar con él. Y él le dijo lo mismo. Mas tarde, decidieron ser novios.

       Un tiempo después, como veían que estaban a gusto juntos, decidieron casarse,  al cabo de un tiempo.
 
       El día de la boda, se puso un vestido blanco y escondió a Marcos y a Rocío dentro del vestido para que pudieran verlo. Fue al altar con su madre, porque había fallecido hacía 2 años su padre. La ceremonia y la fiesta fueron  divertidas y agradables.
 
       A la noche, cuando ya estaban en la habitación solos Susana y Pablo, ella le confiesa el único secreto que tenía. Le enseñó a Marcos  y a Rocío. Pablo, se quedó como una piedra, porque no se imaginaba nada de eso. Ella le dijo, que conocía a Marcos, desde que era una niña y desde entonces han sido amigos. A Rocío, le conocía desde hacía pocos meses, pero era también agradable. 

       Con el tiempo, se llevaron muy bien los cuatro y en especial Pablo y Marcos. Después, Marcos y Rocío tuvieron dos niños y más tarde, Susana y Pablo, fueron también padres, pero de gemelas. Fueron dos niñas preciosas. Con el tiempo los hijos de Rocío y Marcos y las hijas de Susana y Pablo, fueron muy amigos y se divertían mucho juntos.

 
MARTA 

 

 

 

 

sábado, 4 de marzo de 2017

CAMPEONATO DE BOCCIA

Este miércoles Diego y Juan Carlos han disputado la jornada de clasificación a 1ª de BC2 en Pamplona. Fue una jornada dura pero mereció la pena!!! Diego ya está clasificado, enhorabuena!!! A Juan Carlos le quedan 2 partidos la semana que viene para saber si se clasifica!!! Mucho ánimo y a por todas campeón!!!
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viernes, 3 de marzo de 2017

BONOTAXI



       Algunos hemos recibido la tarjeta de bono-taxi y en la caja rural sale la cantidad de dinero que tienes en todo el año. Se puede cambiar el pin de la tarjeta y poner la que quieras. Si haces un recorrido de más de 20 euros tienes que poner el pin. También se puede comprar otras cosas porque es una tarjeta de crédito, pero se gasta de los bono-taxis. Tener cuidado por si se pierde, cualquiera lo puede utilizarla. Y llamar a la caja para cancelar la tarjeta